La polémica «ley de los baños» de Carolina del Norte se mantendrá. El Parlamento estatal ha fracasado este miércoles en su intento de revocar la Ley HB2, que determina que las personas transexuales deben usar el baño que corresponda a su «sexo biológico» en edificios públicos. Se había convocado a una sesión especial para discutir la posible abolición de la normativa, pero el senado, controlado por los republicanos, finalmente votó en contra de derogar la ley.
El rechazo vino después de una maniobra política de los republicanos en el senado, que vinculaban la derogación a una segunda disposición que habría prohibido temporalmente a las ciudades emitir sus propias regulaciones sobre acceso a baños, duchas y áreas para el cambio de ropa. La propuesta desagradó a los demócratas, que consideraron que los republicanos traicionaron un acuerdo alcanzado previamente para desechar la polémica normativa.
El gobernador republicano saliente, Pat McCrory, había convocado la sesión especial de discusión sobre la HB2 para resolver una disputa legal entre el estado y Charlotte. Esta ciudad, la más poblada del Estado, tiene una ordenanza municipal antidiscriminación que permite que la gente use los baños en lugares públicos, de acuerdo con la identidad de género. El gobernador había logrado un acuerdo con el Concejo Municipal para eliminar la ordenanza a cambio de que el gobierno estatal revocara la HB2 antes del 31 de diciembre.
Por la mañana, el Concejo Municipal de Charlotte derogó en su totalidad la medida de no discriminación. El Concejo, de mayoría demócrata, había abolido el pasado lunes la mayor parte de la legislación, pero no su versión integral, lo que fue interpretado por los republicanos en la Legislatura como un incumplimiento.
La medida de no discriminación de Charlotte había sido aprobada en febrero. En respuesta, la Asamblea General de Carolina del Norte emitió un mes después la ley HB2, que establece que en instalaciones gubernamentales los individuos solo podían usar el baño correspondiente al sexo que aparece en su registro de nacimiento. Además, la HB2 prohibió a los gobiernos municipales promulgar legislaciones contra la discriminación.
El 29 de marzo, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) interpuso una demanda contra la HB2 por considerarla inconstitucional, y, a principios de mayo, el Departamento de Justicia comunicó a las autoridades de Carolina del Norte que la HB2 violaba el Acta de Derechos Civiles.
La normativa trajo una ola de consecuencias para presionar al estado: empresas como Apple, American Airlines, Bank of America, Hewlett Packard Enterprise, Twitter, Pandora, Starbucks y Citibank amenazaron con un boicot; artistas como Ringo Star, Bruce Springsteen y el Circo del Sol cancelaron sus apariciones, y la NBA cambió la sede del Juego de las Estrellas 2017, que sería en Charlotte. Al menos cinco estados y cuatro grandes ciudades del país anunciaron que suspenderían sus negocios con Carolina del Norte. Incluso, la Unión Europea emitió una declaración contra la HB2, y legislaciones similares en Tennessee y Misisipi.
El Instituto Williams de la Escuela de Leyes de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), proyectó que las pérdidas para Carolina del Norte, por la HB2, alcanzarían anualmente los 5.000 millones de dólares.
El tema de la HB2 fue recurrente en la campaña electoral de 2016 por la gobernación de Carolina del Norte, que enfrentó al titular republicano McCrory con el demócrata Roy Cooper, que triunfó. El gobernador entrante Cooper fue el que anunció que se había llegado al acuerdo de la eliminación de la HB2, que no pasó hoy en la Asamblea General del Estado.