De momento, su aplicación será posible sólo en los colegios de la red pública que se acojan voluntariamente, ya que la ley valenciana de Identidad de Género está pendiente de aprobación. Cuando esta norma entre en vigor, el protocolo será de obligado cumplimiento para todos los colegios sostenidos con fondos públicos. La Comunidad Valenciana se suma así, a la lista de autonomías que ya tienen leyes específicas o integrales en esta materia, como País Vasco, Navarra, Andalucía, Madrid o Cataluña, entre otras.
“Es tan importante que te reconozcan como realmente te sientes…”, dice con satisfacción Alec Casanova, portavoz del colectivo LGTBI Lambda, que ha participado en la redacción del protocolo. Este profesor de primaria subraya lo duro que es para los menores y sus familias tener que ir explicando que su identidad de género es diferente a la de nacimiento. “Este protocolo lo que viene a decir es: ‘voy a respetar cómo decidas llamarte o vestirte”, señala Casanova.
“Es un instrumento legal que reconoce a los niños transexuales los mismos derechos que al resto. El derecho a la intimidad, a la igualdad”, añade Ana Navarro, madre de una menor transexual y portavoz de la Fundación Daniela que da a conocer la realidad de los niños y adolescentes transexuales,. “María [la hija de Ana] sólo sabe que es una niña y tiene derecho a vivir una infancia saludable. La identidad no se puede elegir”, prosigue esta madre valenciana. “He visto a niños de siete años sufrir mucho y tener miedo a ir al colegio por la mofa de que podían ser objeto”, denuncia.
El proyecto de ley valenciana de identidad de género, impulsado por un Gobierno de PSOE y Compromís, “despatologiza” la transexualidad: la considera una expresión más de la diversidad humana, no un trastorno y garantiza un programa de actuación para la inclusión de las personas transexuales a través de los servicios sociales, que velarán por su protección en el caso de los menores de edad. La ley es integral y regula los derechos de los transexuales en los ámbitos educativo, sanitario, social y administrativo.
El protocolo “ayudará a los equipos directivos y los orientadores de los centros escolares a tratar la identidad de género, la expresión de género y la intersexualidad como opciones sociales normalizadas, y ayudará a prevenir el acoso escolar”, según el consejero de Educación, Vicent Marzà.
El centro escolar adecuará la documentación administrativa al nombre y género con que se sienten identificadxs lxs menores transexuales. La documentación oficial no se modificará, sin embargo, hasta que no se realice el cambio en el Registro Civil.