¿Sabías que el 62% de las personas transexuales europeas ha sufrido acoso? ¿o que El 76% han sido discriminadas en la escuela? ¿sabías que para una persona transexual es casi imposible encontrar trabajo? Todo esto son estadísticas de estudios relevantes, nosotros te queremos contar qué es lo que vemos a diario: Mujeres transexuales que tienen que soportar que les llamen por nombres de chico, risas y miradas de los compañeros de trabajo (quien tiene uno, claro está), personas cuya única salida es la prostitución, hombres y mujeres que huyen de sus países porque allí no sólo son discriminad@s sino que también son perseguid@s y golpead@s. Personas que tienen que luchar, esforzarse y demostrar lo que valen el triple que tú y que yo , solo por su identidad de género. Personas que tienen miedo a salir a la calle porque saben que todo el mundo les va a mirar como si fueran animales en un zoo. Aunque os parezca una tontería, cada vez que en Imagina MÁS publicamos una noticia sobre personas transexuales, 5 o 6 personas dejan de seguirnos. Las educadoras de Imagina MÁS nos envían este mensaje: ¡Basta ya de ocultarse! ¡Basta ya de discriminar! Tod@s somos responsables de poder ofrecer a estas personas una vida mejor.
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Dar el paso es muy duro, pero más duro es no dar el paso.
Yo he sufrido transfóbia desde mi más tierna infancia, mi historia se repite por desgracia cada vez que hablo con otras chicas como yo y eso no debía de ser.
Gracias a muchas asociaciones, Org…. A la lucha de muchas que incluso murieron, hoy en día la gente está más conscienciada de lo que es nuestro mundo personal.
No tenemos que dejar de luchar, cuando uno deja de hacerlo todo se pierde, alguien dijo una vez que basta que los hombres buenos no hagan nada para que los hombres malos venzan, y eso es precisamente lo que tenemos que hacer, puede más la pluma que la espada.
Mi vida cambió cuando de pequeña supe que no era una niña, si no un niño, todo porque había nacido con pene, con 10 años traté de suicidarme porque entendí que no podía tener un bebe cuando fuera mayor, que mis padres no me regalarían esa muñeca que tanto me gustaba, o que jamás podría ponerme un vestido como hacían mis amigas. A lo largo de mi vida la sociedad me enseñó que ser trans, ser distinto a lo establecido era malo, por ello traté de vivir una vida que no me pertenecía, traté de suicidarme muchas veces hasta que finalmente, casi lo consigo, fue entonces cuando me decidí salir del cascarón, no podía quedarme más viviendo esa vida de mentira.
La vida me cambió tanto que nuevamente pensé en el suicidio, la familia entera me dio de lado, mis amigos de la infancia, todo el mundo salvo dos personas que apenas comprendían lo que estaba sucediendo, a pesar de todo, soy feliz. Hay que ser feliz a pesar de las adversidades, a pesar de todo no hay que hundirse y hay que seguir adelante, muchos ánimos y adelante con vuestra transición.
Que difícil reconocer que sin estar consiente yo misma miro de diferente manera.