Ninguna historia de vida seguramente ha sido fácil y la mía tampoco. He tenido infinidad de problemas por mi transexualidad. Desde muy pequeña siempre supe que algo en mi no me dejaba ser como los demás chicos. Al principio pensé que conforme fuera creciendo me daría cuenta de la realidad y todo se pondría en orden. Pero no fue así, a los 4 años ya odiaba mis genitales, no dejaba que me ducharán por vergüenza a mi desnudez. Con el tiempo supe que era una chica pero con el cuerpo de un chico y pensaba: “Eso no existe”. Pero si que existe y se llama Transexualidad. Me costó mucho tiempo saber que mi realidad no era nada de lo que tuviese que avergonzarme. A los 8 años ya utilizaba ropa femenina y mis actitudes y comportamientos eran de niña.
El 90% de mi familia, se burló de mi situación creyendo que era homosexual en un principio, pero me siento orgullosa y agradecida de haber tenido una abuela que siempre me apoyó y me quiso tal y conforme soy hasta el ultimo día de su vida. Fue la única familia que tuve y fue la única que me trataba como la mujer que soy. Ella siempre luchó porque yo fuera feliz en el colegio, con los amigos, etc.
En el año 2011 mi abuela falleció siendo el peor momento de mi vida ya que era menor de edad y no sabia que hacer, ni donde terminar mis estudios. Decidí viajar a Marruecos para estar con mi abuela en el momento de su entierro, pero en esos días me quitaron el pasaporte y mi DNI español. Me dejaron sin documentación en un país para mi casi extranjero por ser mujer transexual. Estuve desesperada, no quería estar en Marruecos, estaba completamente hundida después de la perdida de mi único apoyo y no tenía fuerzas para seguir adelante.
Viví durante 1 año y 3 meses en Marruecos encerrada sin poder salir. Me querían “curar” de mi transexualidad puesto que para ellos no era una persona normal. Tuve la suerte de conocer a gente muy agradable y honesta que siempre se llevaran conmigo recuerdos inolvidables. Al tiempo, decidí que mi vida tenía que cambiar e irme de Marruecos. Conseguí mi documentación con la ayuda de amigos y cogí el primer billete en dirección hacía Algeciras para retomar mi vida como la mujer que soy. Sola, sin recursos económicos y con 18 años recién cumplimos me armé de valor para luchar por mi libertad. Al principio, para mi escaparme fue muy desagradable y estaba aterrorizada, pero tenía que hacerlo si quería ser la mujer que mi abuela siempre quiso que fuese.
A día de hoy me siento orgullosa de todas las cosas que he conseguido en Madrid. He podido cambiar mi nombre y sexo en el DNI español, fundamental para la dignidad de cualquier persona transexual, he conocido a gente que siento que me quiere, me apoya y me anima a que siga adelante y no me rinda jamás.
Me siento agradecida y amada y de todo corazón a todas esas personas pido que nunca se acabe nuestra amistad.
Esto es un resumen de mi pequeña historia, para mi dura, pero me siento valiente.
Espero que la sociedad sea más justa para todas las personas transexuales, no somos delincuentes, ni enfermos, somos personas con sueños e ilusiones como tu.
F.R usuaria Imagina MÁS
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Urbana Trans e Imagina MÁS
El mundo debe cambiar, aceptar la existencia y aprender a convivir con la diversidad LGBTI.