A sus 58 años, la transexual agredida el pasado domingo en el barrio de Lavapiés había sufrido todo tipo de insultos, pero nunca había sido agredida físicamente. Ese día, tres jóvenes se acercaron a pedirle tabaco y mientras la mujer abría el bolso, los agresores le golpearon “brutalmente” al grito de “tú eres un maricón”. Así lo denuncia Arcópoli, una asociación para la defensa de los derechos y libertades de personas LGTBI. Se trata de la tercera agresión transfóbica en lo que va de año en Madrid, la segunda con violencia, después de que un joven que volvía a casa el 1 de enero en metro fuese golpeado y vejado. La semana pasada, también se produjo en el metro otro ataque, aunque verbal, pero la víctima no quiso denunciar.
«La mayoría de agresiones no se denuncian por miedo. La víctima lo que quiere es que pase todo pronto», explica Rubén López, vocal de delitos de odio en Arcópoli. En el caso de la transexual atacada el pasado domingo, la denuncia había que hacerla por la brutalidad de la agresión. A consecuencia de los golpes, la mujer sufrió un corte en la cara, hematomas en todo el cuerpo y pérdida temporal de consciencia. «Sigue muy afectada, y no se encuentra bien, por lo que la hemos animado a volver al hospital, pero lo que desea es olvidar».
López certifica que las agresiones Transfóbicas en la capital aumentaron en 2015 respecto al año anterior, aunque aún no han contabilizado todos los ataques, que incluye tanto las denuncias registradas como otras que quedan en el olvido, la mayoría de ocasiones por miedo. “Los ataques Transfóbicos no corresponden a grupos organizados, pero ocurren a menudo”, subraya. El perfil de los agresores es muy parecido según la descripción que describe Arcópoli: varones de menos de 35 años que los fines de semana, en las zonas aledañas de Chueca, atacan al colectivo. “Quizás es que el colectivo LGTBI están más relajados en esa zona”.
«La verdad es que cada vez hay menos Transfóbicos, pero como la ley cambió y desde principios de siglo el colectivo tiene mayor visibilidad, quizás los que quedan redoblan su odio», sostiene López. Para disminuir los ataques, Arcópoli reclamará una mayor dotación de medios tanto al Consistorio como a la Comunidad de Madrid. Insisten en educar a la ciudadanía y llevar a cabo un plan de choque para dar más visibilidad y normalizar al colectivo. «Es un tema que llevamos pidiendo al Ayuntamiento desde 2014 y que ya conocen todos los grupos políticos», cuenta López. Anuncia que se reunieron con el concejal de Salud y Seguridad, Javier Barbero, en octubre y que hablan de forma fluida para implementar mejoras.
Una de esas novedades podría ser la creación de una unidad policial de delitos de odio, a imagen y semejanza de la que ya existe en Fuenlabrada. «El grueso de las agresiones se produce en la capital. Pedimos también un plan de formación para personal de la administración y policía», porque, según López, «hay muchas quejas de que en algunas comisarías los agentes se ríen de la gente del colectivo cuando van a denunciar».
Una realidad que no es ninguna novedad, las agresiones por motivo de odio hacia tu identidad de genero en el caso de las personas transexuales u orientación sexual por las personas homosexuales ocurren habitualmente cuando hay grupos de homófobos y transfóbicos unidos entre ellos y la pena que el la seguridad policial no es un tema que lo tomen enserio y eso genera más delitos de odio hacia el colectivo LGTBI y sobretodo a las personas transexuales, gracias a las asociaciones que ayudan y aportan ánimos a estas humildes personas.
STOP TRSANFÓBIA!!!