Se llama Jenna Talackova y fue la primera mujer transgénero en competir en un certamen de Miss Universo, el concurso de belleza más popular en el mundo.
Nació en la ciudad de Vancouver, ubicada en el estado de Colombia británica en Canadá, a pocos kilómetros de la tribu indígena babine, de donde proviene su madre. Su adolescencia fue la oportunidad perfecta para transformar su apariencia. Empezó a tomar hormonas que le aumentaron los pechos mientras disminuía la aparición del vello en su rostro.
Cuando Jenna tenía 19 años se sometió a la cirugía de reasignación de sexo creyó que era transgénero, una palabra inexistente en el lenguaje de sus familiares indígenas, quienes solo pueden ver a Jenna como una mujer de “dos espíritus”.
De hecho, Jenna no le informó a Miss Universo Canadá que era transexual. Ella simplemente presentó sus documentos de identidad, que certificaban que ella era del sexo femenino. Al ser seleccionada entre las 65 finalistas, uno de los organizadores del concurso se dio cuenta de que había participado dos años antes en Miss Queen International, dedicado exclusivamente a mujeres transexuales. Fue entonces cuando le cayó el título de la “primera mujer transexual en Miss Universo” y, con todo el peso de esa corona virtual, fue expulsada del certamen.
El magnate Donald Trump se negó profundamente admitir a Jenna Talackova en el certamen de miss Canadá para desafiar el poder de Trump, Jenna no estaba sola la controversial abogada feminista Gloria Allred pidió reversar la decisión o, de lo contrario, llevaría el caso a las cortes. El escándalo por la candidata transgénero se volvió el centro del debate en redes sociales, al punto que en Change.org se recogieron 35.000 firmas a favor de Talackova.