El GHB es una droga conocida como “Chorri”, “G”, “Gina” o también mal denominado “éxtasis liquido”. Al GHB se le denomina “chorri” porque viene presentado en frascos con cuenta gotas (biberones) aunque también puede presentarse en botellas de mayor tamaño. Es una droga depresora que se presenta en un líquido incoloro generalmente y sin olor con un sabor químico. En un principio esta droga fue utilizada en el ámbito de la medicina por sus propiedades anestésicas. Produce relajación y sensación de bienestar. También tiene efectos en la sexualidad humana ya que produce desinhibición y un aumento sensorial aumentando e intensificando la experiencia del orgasmo. Sus efectos son rápidos pudiendo aparecer entorno a los 15 minutos tras su administración y se prolongan durante dos horas aproximadamente. Si se administra de un vaso el GHB tiende a depositarse en el fondo del recipiente beber los restos que queden en el vaso tienen una mayor concentración existiendo riesgo consumir una dosis elevada.
Los efectos secundarios del GHB pueden ir desde vómitos, náuseas, descoordinación y somnolencia. Un consumo de dosis elevadas puede desembocar en convulsiones y lagunas mentales o pérdidas de memoria. La resaca puede ir acompañada de dolor de cabeza, cansancio y ligera confusión.
Esta sustancia requiere de un especial cuidado a la hora de su administración ya que el margen entre una dosis que produce efectos deseados y otra que conlleve una intoxicación son muy pequeños. Pudiendo producir un coma a la persona que sufra dicha intoxicación, o lo que popularmente es conocido como “doblar de G”. En estos casos se aconseja tumbar a la persona de costado, jamás abandonar a la persona y llamar al 112.
En la actualidad el GHB que se consume en realidad es GBL, una composición con mayor concentración que aumenta los efectos de la sustancia. Esto hace que haya que prestar mayor atención al consumo. Se aconseja espaciar el consumo de una varilla de GHB al menos dos horas para evitar efectos indeseados y una posible intoxicación. Esta sustancia nunca debe ser consumida en combinación con otras sustancias depresoras del sistema nervioso central como el alcohol, ketamina o tranquilizantes, pueden provocar pérdida de conocimiento a la persona que los consuma mezclados. La intoxicación por GHB, especialmente en combinación con otras sustancias depresoras, produce, además de la pérdida de consciencia, que la capacidad respiratoria se haga más lenta pudiendo desembocar en depresión respiratoria. Existe también el riesgo de que se produzcan vómitos algo realmente peligroso en personas que han perdido la consciencia ya que hay riesgo de asfixia o ahogamiento. Por eso es tan importante si alguien ha perdido la consciencia tumbarlo de lado mientras llamamos al 112.
Un consumo prolongado de GBH produce tolerancia y dependencia física, al igual que el alcohol. Se aconseja espaciar los consumos de esta sustancia para evitar esta dependencia. Una señal de alarma que puede hacer sospechar que se tiene un problema de abuso con el GHB es no poder mantener relaciones sexuales o salir de fiesta sin el consumo de esta sustancia. Si este es tu caso puedes contactar con el equipo de Imagina para diseñar un plan que te permita recuperar el control y mejorar el cuidado de tu salud (salud@imaginamas.org o llamando al 910 321 199)
Resumiendo, se aconseja no consumir GHB en soledad y ser especialmente prudentes en la dosis y cantidad consumida. Señalar e identificar el vaso que contenga GHB. Nunca consumir GHB directamente en la boca a través de la varilla sin diluir en agua, zumo o refresco. Espaciar el consumo para evitar tolerancia y dependencia física. Espaciar al menos dos horas las dosis que se consuman. No mezclar con alcohol o cualquier otra sustancia depresora del sistema nervioso central. Asimismo, prestar atención a su consumo en combinación con sustancias estimulantes ya que puede enmascarar los efectos de GHB facilitando que se consuma una dosis mayor que intensifique efectos no deseados e facilite sedación e intoxicación.
Por último si alguien que ha consumido GHB comienza a dormirse y no responde a estímulos externos (pellizcos, gritos) conviene tumbarlo de lado, llamar al 112 y no abandonarle hasta que lleguen los profesionales sanitarios. Este consejo tan sencillo puede salvar a una persona.
Iván Zaro, Trabajador Social de Imagina MÁS