La situación actual, el estado de alarma y la cuarentena han generado y generan malestar a muchos y diferentes niveles. Esto, como cabría esperar, también tiene su impacto en nuestra sexualidad. Por eso os traemos este post sobre erotismo y cuarentena.
Con el ritmo frenético que llevamos habitualmente, suele resultar complicado encontrar el momento de parar y preguntarnos algunas cosas. Para quienes la situación actual nos ha obligado a parar de una u otra manera, esta puede ser una buena oportunidad para conectar con une misme, para reflexionar acerca de qué me gusta, qué no me gusta, qué me hace sentir bien y si estoy viviendo mi sexualidad de una forma satisfactoria, consciente y plena. Siempre respetando los propios tiempos y sin forzarnos a ello, ya que la situación actual es novedosa y necesitaremos un periodo de adaptación. Esto puede conllevar también variaciones en nuestros niveles habituales de deseo sexual.
Por otra parte, este confinamiento obligatorio puede resultar un escenario propicio para dar rienda suelta a la creatividad y a las fantasías y, de esta forma, ampliar nuestro imaginario erótico. Tanto para las personas que viven con su pareja o parejas sexuales como para las que no.
Por si tenéis la creatividad un tanto oxidada, a continuación, os propongo una serie de ideas:
- Variar la forma en la que nos masturbamos. Uno de los impedimentos para esto, suele ser disponer de poco tiempo y por eso echamos mano del porno: porque es fácil y rápido. Ahora puede ser el momento ideal para experimentar. Por ejemplo, introduciendo otros sentidos en la ecuación: escuchando música, prestando atención al tacto de nuestro cuerpo, de las sábanas, al olor de la habitación… Y, en definitiva, dejando volar nuestra imaginación.
- Leer, escribir o escuchar relatos eróticos puede resultar un buen ejercicio para poner en marcha la imaginación y para ampliar nuestro imaginario erótico.
- Explorar las posibilidades que nos ofrece la tecnología: podemos hacer sexting a través de fotos o videollamadas, enviar audios eróticos, montarnos una historia a través de chat… Esta situación también nos obliga a potenciar los procesos de seducción y a erotizar la espera, lo cual puede resultar muy interesante.
Es importante recalcar que todo esto son ideas para fomentar el autoconocimiento y/o experimentar placer. No resulta buena idea utilizarlas como una forma de gestionar la ansiedad. Para esto último, os dejamos por aquí una editorial en la que os proponemos una serie de pautas (pulsa aquí para abrir la editorial).
Además, todo lo mencionado anteriormente es aplicable para aquellas personas que conviven con su pareja: puede ser buen momento para explorar situaciones, prácticas o sensaciones que no se habían explorado antes por pereza o falta de tiempo. Y, también, puede ser buen momento para mirarse, abrazarse, cuidarse y ayudarse a llevar la situación.
Al igual que es beneficioso para gestionar la ansiedad, tratar de organizarse siguiendo un horario pre-establecido, esto también se aplica a la relación de pareja. Pactar un horario consensuado, donde estén incluidos momentos y espacios a solas además de momentos y espacios en común, así como acordar un reparto equitativo de las tareas domésticas, son medidas que repercutirán de forma positiva en la relación.
Alba Alonso, psicóloga y sexóloga