Vivimos en una sociedad que rechaza todo aquello que se aleja de la norma. Aún no he conocido la historia de una persona heterosexual cisgénero que haya tenido que pasar por el tedioso momento de: “Tengo que contarles que soy… Cis hetero”. Partiendo de esta base, podemos entender que salir del armario siempre será un proceso que nos traiga consecuencias emocionales, aunque no siempre serán del todo negativas.
Dejar el armario atrás siempre será una decisión muy personal, cada persona tiene su tiempo y sus propias necesidades. Por esto, siempre la última decisión la tienes tú, nadie debe presionarte para dar ese paso tan importante.
Cuando hablamos de salir del armario trans, siempre existirá una especie de “escalón” más dentro de la presión social. A una persona trans se le presiona no sólo por romper la norma, de alguna manera también se le obliga a encajar en ella. Quiero decir con esto que, hay personas que ademas deben pasar por el temido ojo crítico del “Cis passing” (condición que se le atribuye a una persona trans cuando físicamente «parece una persona cis» ). El cispassing es ese precio que la mayoría de las personas trans tiene que pagar para ser socialmente respetadas.
Dar este paso también va a depender mucho del circulo social (familia, amigos, etc.) No sentir apoyo delas personas mas cercanas puede traer como consecuencia un cuestionamiento interno, negándose en muchas ocasiones a sí mismas su propia identidad de género, forzándose a llevar una vida lo más Cis-heteronormativa posible, ya que de esta manera la discriminación podría “mantenerse al margen”.
La importancia de la visibilidad trans es realmente necesaria para que se terminen este tipo situaciones, sin embargo va mucho más allá de esa “aceptación” por parte del circulo familiar y de amigos, se trata de que exista una real inclusión en la sociedad, de que existan referentes con los que muchas personas puedan identificarse y sentir que de alguna manera no están solas. En la actualidad vemos como poco a poco hay mas personas trans visibles, sin embargo esto sigue siendo una especie de materia pendiente.
Cuando hablo de visibilidad, no me refiero exclusivamente a que una persona pueda dejar su privacidad y abrirse ante el mundo, me refiero a que hace falta, por ejemplo, que en los colegios e institutos se hable con más énfasis de la diversidad del cuerpo, de las identidades y expresiones de género. Es necesario que en el sistema educativo realmente se eduque sobre la diversidad, que sea de manera transversal. Que esta visibilidad no recaiga solamente en la persona. Sigue haciendo falta que en muchos ámbitos (trabajo, centros educativos, entes gubernamentales, vida cotidiana, etc.) no se trate como un tema minoritario. La implicación y la educación de la sociedad en general, siempre será la clave.
Este 31 de Marzo conmemoramos el Día Internacional de la Visibilidad Trans. Es un día para reivindicar, para sensibilizar y luchar contra la discriminación. Un dia para decirle al mundo que las personas trans también son diversas, que existen y que como tal, deben ser tomadas en cuenta, que tienen derechos y que esos derechos se deben garantizar.
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Ysrael Carrera, Educador